CAUSAS Y SÍNTOMAS DE UNA CONTRACTURA DE TRAPECIO

Queremos que conozcas más sobre qué es una contractura muscular y cómo podemos ayudarte. En este caso, la contractura de trapecio es una contracción persistente en la zona del cuello que comprime los vasos que proporcionan sangre al músculo y hace que el flujo sanguíneo sea inadecuado. La consecuencia es dolor en el área afectada, por lo que la contractura aumenta.

CÓMO AFECTA LA CONTRACTURA DE TRAPECIO AL CUERPO

El trapecio es un músculo de gran tamaño que inicia en la base del cráneo (de ahí que con la contractura también se presente dolor de cabeza); baja por el hombro, extendiéndose hasta la escápula, y llega hasta la espalda media. Por lo que, con una contractura, toda la zona puede doler. Al aumentar la tensión en la zona, se produce una ligera alteración en la curvatura normal de las cervicales, de ahí que otros síntomas que acompañan al dolor sean los mareos, vértigos y náuseas.
Los músculos contracturados pueden comprimir algunos nervios que parten de la columna cervical hacia las extremidades superiores, por lo que también es posible percibir hormigueos, calambres y adormecimiento de brazos y manos.

Los síntomas de la contractura, además de los anteriormente descritos que se producen en otras partes del cuerpo como consecuencia de la misma, son:

  • Dolor en toda la zona que abarca el músculo.
  • Tensión en el cuello, flexionado y girado hacia un lado.
  • Incapacidad para mover el cuello, por lo que la persona con contractura tiende a girar todo el tronco para poder volverse para ver a su alrededor.
  • Rigidez muscular: toda la zona del trapecio presenta dureza.

CAUSAS DE LA CONTRACTURA DE TRAPECIO

Esta contractura aparece gracias a las malas posturas en el trabajo, siendo especialmente más frecuentes hoy en día a causa del teletrabajo. Las muchas horas sentado en el mismo sitio y con la cabeza fija y el cuello tensionado es un gran factor para su aparición; particularmente porque la mala postura se sostiene durante varias horas. Evita las contracturas musculares en el cuello durante el teletrabajo.

La contractura de este músculo también aparece por esfuerzos repetidos y violentos, por lo que muchas personas que entrenan suelen presentarla: el cargar peso en el gimnasio de manera inadecuada es una de las causas de la contractura. También puede aparecer por estrés, por la tensión constante de los músculos que terminan por desencadenar la contractura de los músculos.

PREVENCIÓN DE LA CONTRACTURA DE TRAPECIO

Para las personas que pasan largos períodos de tiempo frente al ordenador, hacen grandes esfuerzos físicos o practican algún deporte con grandes cargas, y son más propensas a contracturarse, es indispensable hacer pequeños ejercicios de estiramiento antes de empezar sus actividades diarias.

Previamente, se puede preparar la zona cervical con algún gel o crema. Éste ayuda a mantener y cuidar el tejido muscular, preparándolo para la actividad. Un masaje después de la actividad física puede ayudar a prevenir las contracturas también.
Para prevenir las molestas contracturas es importante llevar un estilo de vida saludable. Para los que no tienen mucho tiempo de ir al gimnasio, basta con una pequeña caminata al día (previo calentamiento), acompañada de una dieta equilibrada.
Es importante intentar mantener una postura adecuada frente al ordenador, o si se está en la misma posición durante mucho tiempo; también deben de cuidarse otros movimientos cotidianos como agacharse o cargar peso. En caso de estar en la misma postura por el trabajo, intentar levantarse cada hora y caminar un poco.


Para aliviar el estrés, que es otro desencadenante de la contractura cervical, se recomienda hacer masajes y/o prácticas de técnicas de relajación. No solo te ayudarán contra el estrés, sino que aporta múltiples beneficios para los músculos del cuello y la espalda, entre ellos, mejorar la postura. La relajación también es indispensable para ayudar a aliviar el estrés y existen muchos métodos para practicarla como la aromaterapia y la meditación.

ESTIRAMIENTOS RECOMENDADOS

Los estiramientos no solo ayudan a prevenir las contracturas, sino que pueden contribuir a aliviar los síntomas de las mismas. Es importante realizar estiramientos con suavidad para evitar compensaciones de otros músculos, y es fundamental mantener una respiración constante y desde el diafragma, como un instrumento en el que el cuerpo pueda apoyarse para concluir satisfactoriamente el ejercicio. Es normal sentir pequeños tirones en la zona del cuello, espalda y escápula.

  1. Mover el cuello en pequeños círculos, primero hacia una dirección y después hacia la otra. Los movimientos deben ser amplios y suaves.
  2. Mover la cabeza de arriba hacia abajo o atrás hacia adelante.
  3. Mover la cabeza de perfil. Mirando primero hacia un lado y después al otro.
  4. Mover los hombros de arriba hacia abajo y describiendo pequeños círculos.
  5. Extender los brazos hacia al frente, a la altura del pecho, sujetando con una mano la muñeca contraria.
  6. De pie, intentar tocar las puntas de los pies, vigilando en todo momento que la espalda esté lo más recta posible.
  7. De espaldas a la pared, subir una mano lentamente hacia atrás (como si esta subiera por la pared), mientras se da un pequeño paso al frente.

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